Cada vez con mejores resultados, se vuelve a utilizar la HIPNOSIS como instrumento de trabajo para profesionales de la psicología clínica, desde cualquier orientación: psicoanalítica, dinámica, fenomenológica o conductual.
Sin embargo conviene diferenciar:
La hipnosis autoritaria que conocemos a través de escritos o películas y que se nos antoja llena de magia y efectividad se practicaba en el siglo XIX y a principios del siglo XX con éxito en algunos individuos, pero en la actualidad practicamos una hipnosis bien diferente.
Una de las diferencias fundamentales entre esa HIPNOSIS de principio de siglo y la utilización CONTEMPORÁNEA de la HIPNOSIS, es que no se persigue la obtención de fenómenos o respuestas particulares, sino bien al contrario, es una escucha atenta de lo que puede suceder en esta comunicación tan específica, en estas manifestaciones psicocorporales regidas por el mundo de las emociones, para poderlo trabajar en un encuadre terapeútico.
Tampoco es necesario ser « hipnotizable » como preocupa a la mayoría de las personas que llegan a consulta, todos los individuos pueden modificar su estado de conciencia si se lo permiten, es decir venciendo las resistencias habituales de cualquier persona que comienza un camino de autoconocimiento con un profesional de la psicología.
Existen parámetros de observación – La escala de Davis y Husband que divide la profundidad alcanzada en 30 grados, las escalas de Bernheim una de seis grados que mide la profundidad del sonambulismo y otra de 9 grados midiendo la profundidad de la sugestionabilidad y otras mas conocidas entre los profesionales que se han acercado a esta disciplina pero estos niveles aunque son un buen útil de evaluación de la técnica no guardan siempre relación directa con su operatividad en los cambios de conciencia a nivel terapéutico. Un estado hipnótico aparentemente ligero puede acompañar cambios muy profundos en la conciencia que son objetivables a su vez.
Las investigaciones realizadas con los nuevos métodos e instrumentos de medida nos demuestran que los diferentes estados de conciencia que provoca la HIPNOSIS, se generan en un substrato psicofisiológico. Es por esto que la mayor parte de los estudios realizados sobre enfermedades, ya reconocidas como psicosomáticas, insisten en la importancia de asociar al tratamiento clásico habitual de la afección, una forma apropiada de HIPNOTERAPIA.
A través de la HIPNOSIS, se accede a los RECURSOS que han estado siempre presentes en las personas, pero que poco o nunca se han activado en estado de vigilia, de ahí viene la noción de: « …estado de conciencia modificada ».
Agurtzane Urías Gascón
Psicóloga Clínica E-3136
Formación en el instituto francés de hipnosis
JUNIO 2000